Al que se apodera del vestido de otra persona se le llama ladrón; pero el que no viste al pobre y puede hacerlo, ¿tiene el mismo nombre? San Basilio.
Lo prometido siempre es deuda. De poco sirve ver las cosas si no se hace nada, reconocer que una iniciativa es correcta y no darle publicidad, pasar por la vida apurando los instantes para resolver sólo tus problemas, dejar que la realidad más acuciante del otro pase de largo delante de tus narices.
Vivimos en plena crisis, es verdad. La repercusión de los impuestos cae con todo su peso sobre nuestros salarios y nos tiene un poco atornillados. Las necesidades más primarias, en tiempo de crisis, son las que más nos pueden llegar a quitar el aire. Así que hoy me puse a imaginar lo que supone el IVA para los más pobres. En ellos repercute directamente en necesidades vitales entre ellas la salud y la alimentación. Sus impuestos no recaen sobre la imposibilidad de unas vacaciones, o sobre que nuestros hijos disfruten de un viaje o regalo. No. Hablamos de la posibilidad de vivir o morir, que de sonreír ya se encargan ellos. Si pueden.
Me veo en la obligación de traer a mi ventana esta página; No al IVA que pagan los pobres. Una iniciativa para que el IVA que pagan las ONG´s les sea devuelto, que pueda así repercutir en una mejora en la atención de los más necesitados.
No sé si habéis tenido la suerte de estar al lado de personas que se dedican a ayudar a los más olvidados. Su dedicación, su esfuerzo y su sencillez se hacen patentes en cualquiera de las facetas de su vida. Vivimos en un mundo donde lo normal es el afán de lucro. Estamos acostumbrados a contar con que nuestro esfuerzo intelectual o físico, tenga siempre contrapartida económica, hasta tal punto que hemos llegado a asimilar eso de que si me pagan tanto, tanto valgo. Y nada está más lejos de la realidad. Las personas que se dedican a los demás, son las personas que más valen, y sin embargo, la contrapartida económica que reciben por ello no es si quiera significativa en ese ranking de personas más valoradas en nuestra sociedad. Así de contradictoria y ridícula es nuestra sociedad.
He pensado mucho en algo que oí y que me ha hecho pensar; colócate siempre del lado del bien. De nada sirve ir en contra de lo que está mal. De nada va a servir que yo denuncie con mi post anterior, el mercadeo de la pobreza. No será efectivo, sólo es una opinión. Lo que sí será efectivo es la difusión de todo aquello que contribuye a que algo bueno recaiga sobre el mundo. Con esta intención está escrito este post.
Quiero desde esta ventana hacer un homenaje a todas esas personas que desde cualquier ONG se dedican a las necesidades de los más pobres. Ojalá que una iniciativa como la de No al IVA que pagan los pobres pueda ser difundida, que pueda hacer realidad que ese IVA que no se cobra, repercuta en una mayor atención de los más desfavorecidos; de esos millones de personas que desde su mirada silenciosa, claman justicia. Si tienen blog, les invito a la difución de su contenido.
Les animo a que se sumen a la plataforma, que sean parte de esta iniciativa. Sirva también mi entrada como agradecimiento hacia el trabajo de Josep Mº Jover, administrador de la página en internet.
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